El aire acondicionado viene en la mayoría de los autos de fábrica y además de encargarse de refrescar el interior del auto tambiénelimina las impurezas del ambiente como polen, polvo entre otros. Recuerda que cuando traes encendido el aire acondicionado reduces la potencia de tú auto.
De manera similar al refrigerador de tu casa el aire acondicionado incluye un gas comprimido por un compresor. Cuando lo enciendes, el sistema descomprime el gas y lo emana dentro del auto. Al convertirse nuevamente en gas, logra temperaturas incluso menores a 0°C y se mezcla con el clima del auto.
Un aire acondicionado regular emplea 4 partes básicas; un compresor mecánico impulsado por el motor del vehículo, una válvula de expansión la cual es una restricción hacia donde bombea el compresor y 2 intercambiadores de calor; el evaporador y el condensador. Además, requiere del refrigerante que fluye a través del sistema.
El compresor, utiliza la potencia del motor para comprimir y hacer circular el gas refrigerante a través del sistema, el refrigerante pasa a través del condensador, que se localiza frente al radiador, y se dirige a la válvula de expansión, una vez que el refrigerante pasa de la válvula de expansión al evaporador, y después de pasar por la tubería del evaporador, es regresado al compresor.
Cuando el compresor empieza a funcionar, absorbe refrigerante de la tubería del evaporador y lo empuja hacia la tubería del condensador, disminuyendo la presión del evaporador e incrementando la del condensador. Cuando las presiones de operación adecuadas se establecen, la válvula de expansión se abre y permite al refrigerante regresar al evaporador a la misma velocidad que el compresor lo está retirando.
La presión en el evaporador es lo suficientemente baja para que el punto de ebullición del refrigerante sea bastante inferior a la temperatura interior del vehículo, por lo tanto, el líquido se evapora y remueve el calor del interior del auto.
El efecto calorífico producido al pasar el refrigerante a través del compresor, le impide al gas licuarse, ocasionando que sea descargado del compresor a temperaturas muy altas. El gas caliente pasa al condensador y la presión en este lado del sistema es lo suficientemente alta para que el punto de ebullición del refrigerante esté muy por encima de la temperatura exterior. El gas se enfriará hasta llegar a su punto de ebullición y se condensará al ser absorbido el calor por el aire exterior. El refrigerante líquido se vuelve a forzar a través de la válvula de expansión por la presión del condensador.
El refrigerante que le pongamos a nuestro auto, debe ser un líquido cuyo punto de ebullición sea bajo para poder hacer uso práctico de la transferencia de calor, que ocurre cuando un líquido se evapora.
IMPORTANTE: Sólo los talleres especializados pueden realizar la recarga, se recomienda realizar anualmente una limpieza exterior del radiador y del condensador con aire a presión o bien cada 12,430 millas (20.000 km). Cuando prendes el aire acondicionado el auto reduce su potencia y aumenta el consumo de gasolina.