¿Cómo te sientes? Tal vez nervioso, emocionado, asustado o desesperado por agarrar el auto y pasar por los amigos… pero antes de hacerlo debes entender que conocer el funcionamiento del auto y las señales de tránsito es sólo el principio.
Internarse en los ríos de tráfico y congestionamiento demanda gran conocimiento de medidas de seguridad. Como cualquier otra actividad que se intenta por primera vez, la adquisición de experiencia será paulatina hasta llegar a convertirte en un experto, pero todo toma tiempo.
Empieza poco a poco. Antes de aventurarte a recorrer distancias largas o de tomar caminos desconocidos, prueba una sola ruta, por ejemplo de tu casa a la escuela, o de tu casa al trabajo.
Manejar de noche también puede esperar; en un principio practica sólo de día para adquirir confianza y seguridad, conocer las rutas, los señalamientos y el carro que manejas.
Si aún no te sientes del todo seguro, no dudes en tomar un curso de conducción defensiva, te ayudará a mejorar tus habilidades de conductor. Incluso si ya tienes tiempo manejando puedes actualizarte con este tipo de clases.
¡Toma el volante!
Desarrollar buenos hábitos de seguridad frente al volante no es difícil, pero requiere de dos ingredientes principales: esfuerzo y paciencia.
Algunas recomendaciones que te serán de gran utilidad para lograr el objetivo son las siguientes:
-Obedece todas las reglas de tráfico. Esto incluye utilizar el cinturón de seguridad en todo momento; aproximadamente 2/3 de los jóvenes que pierden la vida en accidentes automovilísticos no lo llevan puesto. Acata los límites de velocidad: más de 1/3 de los accidentes fatales en adolescentes involucran velocidad. Además, haz alto total cuando el señalamiento lo indique, utiliza las luces intermitentes y cede el paso, entre otros.
-Evita distracciones. Cuando empiezas a manejar procura no subir amigos contigo, pueden ser grandes distractores. Evita hablar por teléfono, comer, maquillarte o escuchar música en alto volumen.
-Mantente alerta. Esto no se refiere sólo a poner atención, sino a evitar que algo te impida tener reacciones rápidas, como por ejemplo el consumo de alcohol: reduce la capacidad de tomar decisiones, la habilidad de manejo y la vigilancia… el sueño tiene efectos muy parecidos.
No está solo
-No eres la única persona que tiene responsabilidad frente al volante, son millones; sin embargo, existen conductores agresivos, distraídos, arrojados, temerosos… y cada uno tiene reacciones diferentes al momento de conducir.
-Así que seguir todos los reglamentos se une a la importancia de mantenerte atento y anticipar los movimientos de tus similares.
¿Qué hacer?
– Aún y cuando la luz que esperas cambie a verde asegúrate de que ya no venga ningún carro, hay quienes aceleran en el último minuto para lograr pasar aunque esté en rojo.
-Mantén la distancia entre tu auto y el de adelante, así tendrás tiempo y espacio para reaccionar si frente a ti frenan o chocan de súbito. Si otro conductor te presiona para que aceleres no te asustes, sólo hazte a un lado y déjalo pasar.
-Si alguien te hace gestos o señas con las manos no respondas y evita el contacto visual.
– Anticípate. No sólo reacciones, trata de abrir tu panorama, por ejemplo si ves que tres carros adelante de ti frenan, baja la velocidad, no esperes a que frene el de adelante, puede ser demasiado tarde.
– Revisa los espejos. Asegúrate de que estén en la posición correcta la cual te permita tener la mejor vista posible. Mientras manejes revisa tu alrededor cada 5 ó 7 segundos.
-En cuanto a los peatones, dales siempre el paso, mantén muy baja velocidad cerca de parques, mercados y dentro de las colonias.
Si ya estás por empezar tu vida de conductor toma en cuenta qué medidas de seguridad debes efectuar para estar seguro.
Conociendo tu auto
Aprendiste a manejar, obtuviste tu licencia y ya conoces las medidas de seguridad que debes tomar para evitar sufrir accidentes, pero, ¿sabes qué necesita tu auto?
-Cuidar tu carro y mantenerlo en buenas condiciones evitará que te deje tirado o que te ocurra algún accidente sólo por negligencia.
-Estar familiarizada con sus necesidades es tu responsabilidad, evita ser de esas personas que se quedan sin gasolina, o que se les poncha una llanta por no ponerle aire.
¿Qué revisar periódicamente?
-Niveles de gasolina.
-Programas de mantenimiento.
– Control y cambio de aceite, anticongelante y líquido de frenos.
– La presión de los neumáticos.
– El líquido del limpia parabrisas.
Y para emergencias no olvides traer en tu auto:
-Teléfonos de seguro, tránsito, policía de caminos y grúas.
-Tarjeta de registro.
-Herramientas.
-Cámara desechable.
-Botiquín de primeros auxilios.
-Linterna y pilas adicionales.
-Trapos blancos y rojos.