Cuando adquirimos un vehículo, buscamos cuidarlo y preservarlo, al igual que cualquier otra pertenencia. La finalidad de tantos cuidados es lograr que el mismo funcione por el mayor tiempo posible antes de necesitar una reparación. No obstante, los cuidados de un coche también abarcan su parte externa, es decir, su estética.
Mantener el buen aspecto de un automóvil consiste de varios procedimientos que van más allá de un simple lavado. Al imaginarnos un vehículo limpio, que luzca como nuevo, pensamos en pintura perfectamente cuidada y pulida. Para ello, es crucial que el coche sea sometido a un tratamiento de pintura.
¿A qué llamamos “tratamiento de pintura”?
Se trata de un procedimiento consistente en pulir el vehículo de forma intensiva, meticulosa y detallada. A través de esto, se corrige la laca de la pintura de un coche, lo que permite patentar el brillo del mismo. Este proceso también deja al automóvil sin rayas ni ninguna otra clase de marcas que tengan presencia en su superficie.
¿Por qué es importante su aplicación?
Por medio de este tratamiento, podemos corregir o eliminar todo defecto sobre la pintura del coche. Los desperfectos más comunes son las heces de aves, marcas de limpieza con productos no aptos para mantenimiento de vehículos, arañazos, entre otros. Al hacer desaparecer todo esto del campo visual, se recupera el brillo de los exteriores del automóvil.
Beneficios de un tratamiento de pintura
Restablecimiento del brillo
Con el pasar del tiempo, la pintura de un vehículo pierde su atractivo estético, el cual se basa principalmente en su brillo. El brillo en un auto genera en las personas la impresión de buena limpieza en el mismo. Al someter al coche a un tratamiento de pintura, el brillo puede mejorar o incluso, puede recuperar su resplandor original.
Eliminación de desperfectos causados por el entorno
Los vehículos están en constante exposición a espacios abiertos. Es por ello que factores como el sol y las malas técnicas de lavado pueden deteriorar la fuerza de su color. Por otra parte, las capas de grasa que se forman con el tiempo, los residuos de insectos, el excremento de las aves y la brea de árbol alteran su aspecto visual. El proceso de pulir el vehículo al inicio del tratamiento de pintura permite deshacerse de estos desperfectos.
Disminuyen la posibilidad de oxidación
Los automóviles se exponen a una serie de contaminantes ambientales que se adhieren a la laca, lo que brinda una textura áspera a la superficie. Esto incrementa las probabilidades de que el vehículo se oxide. Esto puede corregirse, siempre y cuando el daño aún sea superficial y no haya penetrado la capa de pintura. Es por ello que necesita de la aplicación de técnicas de pulido adecuadas para el vehículo, que desgasta la laca, pero desaparece tales defectos.
Para pulir, puede hacerse uso de sellador acrílico, ceras y dióxido de silicio (presente en selladores cerámicos). Estos últimos tienen mayor demanda, puesto que la duración de sus efectos por el tratamiento es mayor que la de las otras alternativas.