Es bueno que aunque no seamos mecánicos, conozcamos las funciones básicas de nuestro automóvil, de esta manera podremos tener una idea más acertada y más clara de cuál podría ser el origen de un problema. Puede que incluso identificándolo, podremos solucionarlo sin necesidad de llevar nuestro vehículo al mecánico, siempre y cuando se trate de problemas sencillos y simples.
Además de identificar los problemas, sabiendo las funciones de un automóvil podremos saber si éste cumple nuestras expectativas, ya que podremos encontrarnos con automóviles de transmisión automática o manual, también si es 4×4 y demás.
En este artículo te enseñaremos una de las funciones más importante de un vehículo, la tracción, te diremos en qué es y en qué consiste, cuáles tipos de tracción hay. Si te interesa esta información, continúa leyendo.
¿Qué es la tracción de un vehículo?
El término en particular de “tracción” significa la acción de tirar de algún objeto para trasladarlo de sitio o que se mantenga en movimiento.
En los automóviles, el principio es el mismo, con la única diferencia de que no seremos nosotros quienes tengamos que empujar el carro ya que éste lo hará automáticamente mediante un sistema complejo, que lo mantendrá en constante movimiento hasta que nosotros decidamos detener el automóvil.
¿En qué consiste?
El proceso de tracción del automóvil, independientemente del tipo que sea (algo de lo que hablaremos en un rato), consiste básicamente es que el motor le dé a las ruedas, la fuerza necesaria para que estas puedan girar y como consecuencia de este proceso, realizar el desplazamiento del vehículo.
¿Cuáles son los tipos de tracción que un automóvil puede tener?
Como dijimos, el motor le da fuerzas a las ruedas para hacer que el carro pueda desplazarse, pero dependiendo de a cuáles par de ruedas le dé dicha fuerza, es lo que determinará el tipo de tracción que tendrá el vehículo.
Tracción delantera FWD
El primer tipo de tracción que explicaremos es la FWD (Front Wheel Drive), que es la tracción del par de ruedas delanteras. Es la variedad que tienen la mayoría de los automóviles comunes y la más usada por cuestión de coste, facilidad de construcción, mecánica y demás.
Como el sistema de tracción se instalará en la parte delantera, evitará un uso extra de materiales, lo que hace el auto más ligero, además, evita el levantamiento de piso para poder acomodar la tracción cómodamente.
En cuanto a la conducción del carro, como la tracción se encuentra en las ruedas delanteras, permite una mayor facilidad de manejo a la hora de coger las curvas, puesto que los volantes funcionan precisamente sobre las ruedas delanteras.
Tracción trasera RWD
Rear Wheel Drive o tracción de propulsión es el otro tipo de tracción que existe, en este caso, la fuerza del motor no se la proporciona a las ruedas delanteras, sino a las traseras.
Es usado con mayor frecuencia por los automóviles deportivos y de alta gama, como ya te podrás imaginar, este tipo de tracción trasera permite generar una mayor velocidad por la inercia al acelerar y además, como la fuerza de movimiento se está generando desde atrás, se consigue que el auto tenga una distribución del esfuerzo de movimiento de manera equitativa, tanto por delante como por detrás.
Tracción integral
El último tipo de tracción es el que reparte la fuerza del motor entre las cuatro ruedas por igual. Este tipo se utiliza con mayor frecuencia para carros robustos, grandes y pesados, camionetas 4×4 por ejemplo, automóviles que son usados más que todo para terrenos difíciles y no tanto para condiciones normales de pista.
En este tipo de tracción, hay también unas subcategorías que dependerán del sistema de repartición de la fuerza, ya que hay tracciones 4×4 permanentes, en el que la fuerza siempre estará sobre las 4 ruedas; mientras que otros vehículos, permiten el cambio de tracción a dos ruedas, una tracción 4×4 bajo, otra alta y demás.